13/11/2022 12:27
El 5 de noviembre se celebró el Día Mundial de las Personas Cuidadoras
Aunque se trata de un acto de amor y altruismo, en muchas ocasiones, dedicar cada día de tu vida a cuidar de otros, aunque sea de una de las personas que más quieres, también puede tener repercusiones en la salud mental e incluso física de las personas que cuidan.
Entre los primeros signos de ese agotamiento, podemos encontrar, "síntomas físicos, como falta de energía, insomnio, pérdida de apetito, palpitaciones, dolor de cabeza…; psicológicos, como estrés, irritabilidad, cambios de humor, ansiedad, depresión…; y a nivel social, asilamiento, pérdida de interés en uno mismo…", un estado que muchas veces puede derivar en el abuso de algunas sustancias como alcohol, tabaco, antidepresivos… y repercutir a su vez en un deterioro de la salud del cuidador.
Todo esto puede ir acompañado, además, de un injusto sentimiento de culpa, "cuando el cuidador se reserva un tiempo para sí mismo, se siente culpable". Otras emociones recurrentes en el cuidador son la sensación de hipersensibilidad, "de si no le cuido yo, nadie lo hará", así como un sentimiento de no recibir la suficiente ayuda, "de que todo el trabajo recae sobre ella. Esto, por desgracia, sí es así en muchos casos, lo que puede derivar en estrés, ansiedad…".
Cuidar de alguien suele ser a largo plazo, 24 horas al día siete días a la semana. Tenemos que estar preparados. Es por ello muy importante cuidar del cuidador.
Todos los expertos coinciden en que, para cuidar bien, primero hay que cuidar de uno mismo, "en la medida en que te cuidas a ti mismo, te conviertes en mejor cuidador"
Dedicarte un tiempo para el ocio, el descanso, el entretenimiento debiera de ser completamente obligatorio para quien cuida.
En muchas ocasiones estar informado de todo lo relacionado en cuanto a estadios de la enfermedad con la que tratamos y formarnos en ello, alivia en mucha parte el trabajo. Una buena gestión de emociones, localizando primero el sentimiento que nos producen determinadas situaciones es en definitiva el cuidado de nuestro estado de ánimo y salud mental. Quizá para ello debemos de contar con la ayuda de profesionales como un psicólogo, que en muchas ocasiones encontramos en asociaciones, juntas de distritos etc.
Desde ABG apoyamos con fuerza el trabajo de los cuidadores profesionales y también no profesionales para que sigan en su lucha de llevar a cabo los mejores cuidados.
Fuente: 20minutos.es
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