En este trabajo se definen a la perfección tanto las fortalezas (equipos interdisciplinares profesionalizados en el ámbito gerontológico, coordinación publica, privada y tercer sector, recurso necesario…) como las debilidades de los recursos residenciales (sector más afectado por la pandemia, sector laboral con condiciones precarias, estigmatización, desigualdad y perdida del entorno al acceder a plazas públicas…).

Finalmente, desde la Comisión,  realizan una serie de propuestas, muy a tener en cuenta por los que trabajamos en el sector para favorecer la atención personalizada, la autonomía personal y la implicación de las personas mayores en su toma de decisiones. Los centros deberían contar con sistemas adecuados de control, unidades de convivencia más reducidas, equipos profesionalizados y coordinados con servicios comunitarios, mayor partida presupuestaria para su aplicación, etc.

Trabajo de gran interés realizado por un gran equipo de colegas que valoran el gran trabajo que se realiza desde los centros residenciales y lo mucho que aún se puede conseguir. Felicidades de parte del equipo de ABG.

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