Nos lo explicó muy bien el profesor y catedrático de historia de la medicina de la universidad Complutense de Madrid. D.  Diego Gracia Guillén. Quizá estamos obviando la importancia y la responsabilidad que supone educar desde casa y desde la escuela. Estos valores de los que hablamos están cambiando y nos conducen a una actualidad en la que falta amabilidad para con el mundo del mayor.  Aun sabiendo que forman parte de nuestra sociedad, aun siendo muchos más que jóvenes y niños no hemos conseguido todavía, impregnarnos de la experiencia y el saber que nos dejaron hace ya algún tiempo. Las familias han dado un giro educacional a consecuencia de la economía, con ello estamos perdiendo los VALORES INTRINSECOS que tan bien transmitían las abuelas, en los que el afecto, las emociones y la empatía eran protagonistas. Desde la escuela sucede parecido, no tenemos más que comprobar los programas educativos ¿Dónde quedan las asignaturas de ética y filosofía? El debate desde luego quedó abierto, pero quizá las pistas las tenemos sobre la mesa.

Durante la jornada se hizo un breve recorrido recordando estos dos años largos de pandemia en los que los mayores han quedado bastante afectados y desde luego para todos un antes y un después. Con todo lo ocurrido tras la exposición del Dr. Francisco Torres Imaz, Psiquiatra, “ojo con la soledad no deseada” que es un arma letal para los mayores y en realidad para cualquier ser humano que no la desee. El aislamiento vivido durante este tiempo nos ha enlentecido en las relaciones, en la comunicación, nos ha hecho perder motivación y actividad. Es importante que la recobremos, pero por supuesto, respetando esos momentos de soledad deseada en la que nos reconocemos, analizamos y adaptamos.

D. Juan Carlos Delgado, Enfermero, compartió con todos los presentes un gran consejo: “Existe vida tras la jubilación”. Para la que es sumamente importante prepararse y hacer un proyecto de vida. Conocer los ritos de paso nos ayudara a entender esta evolución en nuestro proceso: de estudiante a trabajador, de soltero a casado, de trabajador a jubilado…

Los cuidados al final de la vida tuvieron también su espacio en estas jornadas y fue Mª del Puerto Gomez Martín. Trabajadora Social del Hospital Universitario de Getafe la que nos contó como desde su equipo de trabajo apoyaban todo el entorno de la persona en los últimos momentos, recordando la importancia de los cuidados paliativos en función de necesidades y no del pronóstico. Destacó, que para cuidar es importante planificar y poner en valor aspectos tan importantes para la persona como: sus deseos, instrucciones previas y valores.

En resumen, poderosa jornada que no nos dejó indiferentes y nos aportó luz en este recorrido.