08/03/2024 11:52

LOS BENEFICIOS DE LA CONVIVENCIA INTERGENERACIONAL

08/03/2024

En España hay activos 16 programas para que personas jóvenes y personas mayores compartan piso. Distintos estudios subrayan los beneficios psicológicos y sanitarios de este tipo de relaciones.
 
En los últimos años, diferentes programas de convivencia intergeneracional como este se han popularizado en Europa, que parten de superponer dos problemáticas muy diferentes. Por un lado, la dificultad de acceso a la vivienda y la precariedad juvenil. Por otro, la soledad no deseada de las personas mayores. En la intersección de estas realidades, conviven miles de personas en España: puede que no compartan referencias culturales o códigos generacionales, pero comparten vida y piso.

Y ESO ES ALGO POSITIVO; La amistad intergeneracional no había sido muy estudiada desde el punto de vista de la psicología y la salud, pero en los últimos años, diferentes estudios han señalado los beneficios bidireccionales de la misma.
Un metaanálisis de 2019 señaló que los programas intergeneracionales redujeron significativamente el edadismo entre los participantes más jóvenes. Otro, de 2021, explicaba que los adultos mayores experimentan una reducción del número de caídas y fragilidad, y un aumento de fuerza y ​​equilibrio. Un último metaanálisis señaló también una menor tasa de depresión entre los participantes.


En 2022, más de cinco millones de personas vivían solas en casa, según el Instituto Nacional de Estadística. Esta cifra ha aumentado en casi un 20% en los últimos 10 años, y la previsión es que siga haciendo a un ritmo aún más elevado. No hay ningún modelo de familia o tipo de hogar que crezca con tanta fuerza. En una sociedad cada vez más individualista y envejecida, la soledad no deseada será uno de los grandes problemas del futuro. Y esto tiene consecuencias catastróficas.

Los programas de convivencia intergeneracional comenzaron a desarrollarse en España hace más de 25 años y se fueron multiplicando, de las grandes ciudades a las medianas. Actualmente, hay 16 programas repartidos a lo largo del territorio. Uno de los primeros fue Convive, una iniciativa que lleva activa desde 1995 y por la que han pasado más de 1.800 casos.

En un primer momento, estos programas se entendían desde la caridad, poniendo a los mayores en una situación de inferioridad, pero la experiencia ha ido demostrando que este tipo de convivencia es enriquecedora para todos los involucrados. En estos años, también nos hemos dado cuenta de ciertos prejuicios sociales respecto a los mayores, de dinámicas edadistas de las que no éramos del todo conscientes. Las personas mayores son adultos que pueden o no tener limitaciones físicas y la capacidad cognitiva intacta, por tanto, siempre podemos aprender de ellos.

Fuente de la noticia y de la imagen: EL PAIS

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