17/07/2022 14:06

“Me gustaba venir a clase”: Luis Martin de 87 años se ha titulado en bachillerato tras diez años acudiendo a diario al Instituto.

Ni los años, ni los kilómetros, ni las obligaciones y mucho menos los perjuicios, han impedido que Luis Martin Montejo de 87 años cumpla con uno de sus sueños. Poder cursar el graduado escolar, la ESO y posteriormente el bachillerato.

No pudo hacerlo antes, las circunstancias de la vida se lo impidieron y tuvo que dejar sus estudios a los 14 años para poder ayudar en casa y convertirse en el hombre que es hoy en día. Ahora mucho más completo, tal vez mucho más cultivado…Lo que, sí que es seguro, mucho más preparado e ilusionado.

Le encantaba acudir a clase una hora por las tardes, casi a la caída de la noche, haciendo 17km desde la capital Vizcaína, cada día para encontrarse con su profesor que le explicaba todo aquello que no había entendido en su estudio.

Su esfuerzo, constancia y dedicación han hecho posible que D. Luis Martin Montejo cumpla con su objetivo y uno de sus sueños, prepararse y estudiar todo lo que no pudo en su día, a pesar de todo el ánimo que le han dado sus profesores para que continúe con una carrera universitaria, él ya se da por satisfecho, porque además no se quedará con los brazos cruzados, seguirá escribiendo sobre salud y promete desarrollar un prototipo de generador de energía “sin fin".

Llegar aquí no fue fácil, pero si muy interesante, ya que la historia de Luis siempre ha estado cargada de innumerables muestras de superación e interés por conocer todo aquello que se ponía a su alcance.

Trabajó en los astilleros de Cadagua, de pinche, hasta que llegó a las oficinas a desempeñar su trabajo y terminó de delineante para la empresa donde pudo poner a prueba y descubrir todo su interés por lo tecnológico. Le encantaba la innovación.

Las matemáticas le han costado, pero ahora adapta y prepara apuntes para sus nietos, “Puede que de esta manera lo entiendan mejor” y les apoya en sus tareas.

Ahora sus profesores le preparan una pequeña fiesta de reconocimiento y agradecimiento ya que, con él, han aprendido el ejercicio de humildad, fuerza y empeño. Esta es la lección más bonita que han podido recibir todos sus profesores y su gente querida

Fuente: elpais.com

Contacto

Nosotros te
recomendamos

ico_chat